Casarse, hoy en día, sigue siendo muy caro. Un casamiento entero en Cataluña cuesta 23.000 euros de media, cosa que representa un esfuerzo de organizar eventos para muchas de los bolsillos de nuestro país. Quizás es por eso que cada vez hay menos gente que decide dar el paso de casarse. Según el Instituto de Estadística de Cataluña, el 2011 se registraron 25.832 matrimonios, un 5% menos que el año pasado. Si antes eran los padres de los novios quienes se hacían cargo de la mayor parte de los costes, ahora la tendencia es que estos sólo participen en el que pueden. De este modo, los novios son quienes, principalmente, sufragan gran parte del presupuesto por el casamiento. Desde el 2009 los créditos pedidos para pagar una boda han aumentado en un 15%. La organización de eventos para bodas a crecido exponencialmente en estos últimos años.
Organización de tus propios eventos
Aún así, reducir costes es posible con tiempo, ilusión y, sobre todo, mucha imaginación. Una buena manera de hacerlo es organizarlo un mismo, una tendencia que cada vez tiene más seguidores en Cataluña, también dentro del sector nupcial. Se pueden hacer manualmente todos los detalles que comporta una boda, desde las invitaciones hasta los centros de mesa. Y esto, además de ayudar a hacer más económico un casamiento, le dota de mucha personalidad para organizar eventos.
Así lo cree Alexandra de Balanzó. Ella es una de las dos integrantes de Good Feelings Events, una empresa catalana que se dedica a la organización de bodas. Estas organizadoras de bodas, que trabajan con los novios todo un año porque no falte ningún detalle en su día, los ayudan, además, a crear estos detalles personalizados. Hacen el diseño de las decoraciones y una muestra de los elementos que se pueden hacer a mano, de tal manera que los novios tan sólo tengan que imitar el que las expertas se los han propuesto. Por ejemplo, una buena manera de abaratar costes, explica De Balanzó, es apostar por centros de mesa manuales: “Las flores son muy caras y con un poco de gracia se pueden colocar plantas compradas al por mayor en pequeños testos de madera que puedes conseguir, por ejemplo, al Mercado de los Encantos”.
El banquete, en Cataluña, es quien se lleva más de la mitad del presupuesto destinado a la boda. Según la organizadora de bodas de Good Feelings Events, el precio mediano por comensal ronda los 120 euros. Es por eso que la organizadora de casamientos considera que, en tiempos de crisis como el actual, se tendría que restar importancia a la comida. “Antes tenía un sentido hacer una gran comida porque la gente comía menos, pero hoy en día se tiene que dejar de aparentar y ser más coherente”, advierte De Balanzó. Una buena manera de abaratar costes en este sentido es echar de menús más económicos y recortar comidas, como, por ejemplo, el prepostre.
Otras maneras de bajar el presupuesto pasan por medidas menos ortodoxas. Aprovechar las nuevas tecnologías puede implicar comprar un vestido por Internet y arreglarlo después, de forma que el presupuesto baja unas cuántas cifras. De media, una novia catalana se gasta entre 1.000 y 1.500 euros por su vestido, pero comprarlo a través de la red puede significar que la cifra baje a la mitad. Y, aprovechando la tendencia ‘vintage’, muchas novias en crisis apuestan para reinventarse y aprovechar el vestido de familiares, dejando a manos de un buen diseñador los retoques pertinentes. Todo vale porque el gran día se siga celebrando y sea más asumible para economías en tiempos de crisis.