Mientras que en otros municipios están haciendo pasos adelante para tener unas fiestas libres de maltrato animal, en este pueblo parece que nos encabotem a ir atrás. Si no teníamos bastante de someter cuatro bueyes al año para diversión de unos cuántos, este año quieren que sean ocho las víctimas.
Nos sorprende que un Ayuntamiento que se ha posicionado en contra de los circos que utilizan animales porque se violaban sus derechos, y que no permite que estos acontecimientos tenga cabida a nuestro pueblo, nos extraña que apoyo a este tipo de espectáculos amparándose en la tradición. Pero no tienen bastante con esto sino que además dan permiso a Bou y Cuerda y Pont Viejo, unas asociaciones que nos quieren vender el maltrato y lo ‘todo se vale’ como parte de nuestra cultura, para hacer bueyes bajo ‘el caloret’ del verano.
Para nosotros, además de parecernos una burla directa a nuestro colectivo, esta postura en el fondo es una estrategia electoralista del PSOE, partido que gobierna el Ayuntamiento, para no perder votos; el único que le interesa es el mismo que a los otros que gobiernan la Generalitat, lograr el poder a toda costa. No le importa tomar decisiones retrógradas que estamos seguros que incluso van en contra del ideario de muchos de sus votantes.
Pero esto es más tenebroso del que parece a simple vista, puesto que viene de más arriba. Acostumbrados ya a los trapicheos de la Generalitat para dejarnos cada vez más desnudados de derechos, libertad y dignidad, no podían olvidar de seguir la misma estrategia con los animales no humanos. Resulta paradigmático que la Generalitat autorizara miércoles 25 de marzo esta ‘celebración’ extraordinaria al mismo tiempo que a las Cortes aprobaban la ‘Ley de Señales de identidad’, que entre otras cosas permite que las fiestas taurinas de todo tipos se puedan hacer sin necesidad del requisito de la tradición, dando así vía libre a la barbarie.
Nosotros, como defensores de los derechos de los animales y como personas que no queremos que Ontinyent sea sinónimo de normalización de prácticas de maltrato a ningún ser vivo, ya sea desde la más grave a la más sutil, pedimos que todo el mundo se sume a nuestras reivindicaciones y acciones para detener esta barbaridad. Hagamos llamamiento a la reflexión y a la acción a todas aquellas personas que nos ponemos de parte de la cultura, del respeto por la vida, la solidaridad, la música, las danzas, la crítica constructiva, la memoria democrática para no repetir los mismos errores que nuestros antepasados, y a aquellas que nos oponemos a la cultura del sadismo, el dogmatismo, la imposición, el maltrato y el miedo. Para nosotros la tradición no es excusa para hacer del sufrimiento un acto festivo, y tampoco lo es el aburrimiento de no saber qué hacer en verano. Pensamos que la sociedad tiene que evolucionar hacia la justicia y la libertad, y que como pueblo tenemos la responsabilidad de cambiar las cosas que no son justas, y esto a buen seguro que no lo es.